Guarderías

Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Desarrollamos esta tarea Educativo – Asistencial en el contexto de nuestra misión de Religiosas Siervas de Jesús de la Caridad, como ayuda a los niños de 0 a 3 años y a sus familias desde los valores evangélicos de la caridad.

Esta misión se enraíza en el mensaje de Jesús: dejad que los niños vengan a Mí, para que a través de nuestra tarea asistencial y didáctica los niños descubran a Dios como Padre, a todos los hombres como hermanos y al mundo como obra de Dios y tarea del hombre. Porque creemos que en el germen y en el horizonte de toda vida está Dios, optamos por acompañar a los niños en los primeros años de la vida con unos cuidados y una formación abierta a la trascendencia con la plena convicción de que los valores religiosos plenifican la persona humana desde la niñez.

Este campo de misión necesita nutrirse y enriquecerse con nuestras propias vivencias personales y comunitarias transformándonos en comunidades educadoras a las que el Señor les confía los primeros trazos de una página que se comienza a escribir. El cuidado de los niños exige ante todo bondad y sacrificio maternal: Procurarán ser para ellos verdaderas madres, dándoles el amor y cariño que necesitan. y además la formación especial para conducir los primeros pasos de una vida que nos confían.
Las Familias de los niños son también parte de la misión de las Guarderías. Como Comunidad educativa compartimos con los padres la tarea de formar a sus hijos y para ello será bueno que les ofrezcamos los valores cristianos por medio de conferencias y encuentros y sobre todo con nuestra relación con las familias que debemos cuidar como medio evangelizador.

Esta misión se enraíza en el mensaje de Jesús: «Dejad que los niños vengan a Mi» para que a través de nuestra tarea asistencial y didáctica los niños descubran a Dios como Padre, a todos los hombres como hermanos y al mundo como obra de Dios y tarea del hombre.

El cuidado de los niños exige ante todo bondad y sacrificio maternal:  

«Procurarán ser para los niños verdaderas madres, dándoles el amor y cariño que necesitan»

(Const. Art. 99)

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad